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Reé - la comida entra por los ojos - Kofta de carne

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La parashá (porción) de esta semana comienza con la palabra Reé “mirá”. Mira que pongo delante de vosotros hoy la bendición y la maldición. (Devarim / Deuteronomio 11:26) Se le da al pueblo la opción de elegir entre lo que está bien y lo que esta mal. Luego se detallan las muchas leyes entre las que se incluye las leyes de la Kashrut que regulan qué tipos de carne podemos comer, cómo debemos carnearla y como la debemos preparar. entonces podrás degollar de tu ganado mayor o menor que te diere el Eterno, de acuerdo con lo que te tengo ordenado, ….. Solamente te esforzarás para no comer la sangre; porque la sangre es el alma, y no comerás cuando el alma está junto a la carne. (Devarim / Deuteronomio 12: 21, 23) Avraham Burg se pregunta porqué se incluyen todas estas leyes de Kashrut en una parashá que comienza con “mirar / ver”. Se ve que nunca escuchó eso de “La comida entra por los ojos”. Lo que nos propone es que las leyes de Kashrut nos obligan cada vez que nos l

Ekev - Jalá de higos, miel y oliva

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Esta semana está llena de ABUNDANCIA y AGRADECIMIENTO. La semana que comenzó con Tu Beav (el día 15 del mes de Av), que en la mishná se designa como Dia del Amor, merece la lectura de una parashá como Ekev: “tierra de trigo, y de cebada, y de vid, y de higos, y de granada; tierra de olivos, y de miel” (Devarim / Deuteronomio 8:8) Estas son las 7 especies mencionadas en la porción de esta semana y por las cuales nuestros sabios nos indican que debemos dar gracias a través de "Birkat Hamazon".  Como tantas otras cosas en nuestra tradición, a partir de una sencilla instrucción: “y tu comerás y quedarás satisfecho y bendecirás al Señor Tú Dios por la buena tierra que Él te ha dado”. (Devarim / Deuteronomio 8:10) Nuestros sabios desarrollaron una compleja plegaria de agradecimiento que incluye varios niveles: bendecimos la comida, la tierra, Jerusalem, y finalmente, todo lo que es bueno. Cuenta una historia (de las maasiot del Tibet) que el Dalai Lama participó de una cen

Vaetjanan - Pollo "Oriental" del Uruguay

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Esta semana difícil de Tisha Beav, con un 18 y 19 de julio previo al Shabat Najamú, leemos la Parashá Vaetjanan. Este shabat lleva el nombre especial por el comienzo de la lectura de los profetas "Najamú najamú ami" (Consolad, consolad a mi pueblo), y acompaña la lectura de Vaetjanán ("Imploré, rogué ante el Eterno") donde Moshé nos cuenta como suplicó para poder entrar en la tierra. Y la respuesta dura la recibe con dolor: "Y me dijo el Eterno: ¡Basta!, no vuelvas a hablarme sobre este asunto." (Devarim-Deuteronomio 3:26)   No podemos sentir más que empatía con Moshé al escuchar con perplejidad esta respuesta, y desear que la respuesta hubiera sido otra; o que por lo menos hubiera contenido palabras de consuelo. Las palabras de consuelo no quitan el dolor o el sufrimiento, pero agregan calor y protección en momentos difíciles. Más adelante leemos: “No agregarás nada a lo que yo te ordeno, ni quitarás nada de ello.” (Devarim-Deuteronomio 4:2)

Devarim - Pascualina de Acelgas de Verano

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Esta semana comenzamos con la lectura del último libro de la Torá: "Estas son las palabras que habló Moisés a todo Israel, de este lado del Jordán (relativo al desierto de la Aravá), frente al mar Rojo" (Devarim-Deuteronomio 1:1) Moshé vuelve a relatar y repetir mucho del contenido de las leyes presentes en los libros anteriores. Esa puede ser la explicación de por qué este libro cuyo nombre es Devarim (palabras), fué traducido por los griegos como Deuteronomión, es decir "segunda (deuteros) ley (nomos)". También se lo conoce en la tradición rabínica como Mishné Torá, (Repetición de la Torá). El Rabino Rami Pavlotzky señala en su comentario de esta semana para UJCL, que el pueblo precisa la repetición porque puede haber olvidado las leyes. Es algo muy utilizado en la tradición donde una y otra vez volvemos a festejar la misma fiesta, leemos el mismo texto, repetimos los mismos rituales. Me recuerda la época en que nuestros hijos pedían leer una y otra vez el

Matot y Masei - Re-descubriendo comida de antaño

Esta semana leemos en la Torá el final del libro Bamidbarl-Numeros que incluye la descripción de todos los lugares del recorrido del pueblo durante los cuarenta años de desierto. Esta imágen de desierto y recorrida por lugares pasados, nos acompaña esta semana en casa. Nos acompaña, porque además de los pintores, el carpintero, el vidriero, el lustrador y el electricista, estamos cubiertos de arenilla como en el desierto. Aprovechamos que Helen está trabajando y nos decidimos a "operar". La heladera está vaciandose y, como no esperamos el maná, vamos recorriendo el freezer buscando delicias históricas para satisfacer el apetito de los capataces de obra. Y para no desentonar, les proponemos recorrer Matkon Hashavua para encontrar las recetas que propusimos años anteriores. Buenprovecho y Jazak, Jazak! Matot - Brochetas de Verdura, Quesos y Fruta Matot - Mila_Nesa de Pescado Masei - Alcauciles con salsa de miel y mostaza

Pinjas - carne a fuego lento

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Al inicio de esta lectura, encontramos dos mensajes éticos que nos entrega la tradición de los escribas de la Torá. La forma y el tamaño de las letras nos hablan en forma codificada. "Pinjás, hijo de Elazar, hijo del sacerdote Aarón, ha hecho desviar mi ira de los hijos de Israel al llevar mi venganza entre ellos, y así no consumí a los hijos de Israel con mi ira." (Numeros-Bamidbar 25:11) "Por tanto dile: He aquí que Yo le doy a él mi pacto de Shalom. " (Números-Bamidbar 25:11) En la escritura de un Sefer Torá, es tradición escribir más pequeña la Iud de Pinjas, donde esa letra representa el nombre del Eterno. Y en el siguiente versículo la letra Vav de Shalom, se escribe partida al medio. Con estas señales, nos enseñan que la venganza de Pinjás no cuenta con la aprobación divina y que sus actos quebrantan la paz. Encontramos en el Talmud que si Pinjás hubiera preguntado a la corte rabínica si estaba permitido matarl a Zimri y Cozbi citando la halajá

Balak - Repartiendo Bendiciones

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Esta semana comienza con un Balak temeroso del número y poderío de Israel, buscando al mago Balaam y pidiéndole maldiciones para el pueblo de Israel: "Ven y maldice para mí a este pueblo, porque es mas poderoso que yo; quizá así prevaleceré y podremos vencerle, y lograré desterrarlo de la tierra, porque sé que a quien tú bendigas será bendito, y al que maldigas será maldito." (Numeros-Bamidbar 22:6) Beit Ramah se pregunta por qué Balak no pide a Balaam bendiciones para su propio pueblo en vez de pedir maldiciones para sus enemigos? Estaba tan lleno de odio que olvidó las necesidades de su pueblo y solo podía pensar en lastimar a su enemigo. Muchas veces olvidamos ponernos en el lugar del otro, y no podemos percibir las sensibilidades y perspectivas del prójimo, olvidando que es mucho más lo que compartimos que lo que nos divide. En este espíritu, esta semana compartimos un Taller de Cocina en Bait Jadash, dedicado a la COEXISTENCIA y b asado en el libro “Jerusale